Uno de los principales problemas que padecen los niños y las niñas con altas capacidades (AACC) en las escuelas es la desatención a sus necesidades.

Si bien muchos países han incluido en sus leyes artículos que especifican particularmente la necesidad de detectar tempranamente las altas capacidades y desarrollar un programa personalizado para su desarrollo, en la realidad este obligación legal no se aplica en las escuelas. Al menos en la mayoría de los casos.

Esta falta de atención en las escuelas a las AACC se debe a diversos motivos, siendo el más común la evasión por parte de docentes y directores/as de escuelas para no tener mayor carga laboral. En este proceso sin embargo, están vulnerando los derechos a la educación es estos niños.

Otro motivo es el desconocimiento por parte de docentes acerca de las características de niños con AACC.

Se suma a este deconocimiento también las actitudes de algunas maestras que siguen propagando un modelo de supuesta "educación" que solo se basa en autoridad y sumisión y no en la compresión real de las necesidades de los niños con AACC.

Al respecto, Olga Carmona, Psicóloga Especialista en Altas Capacidades, expresó lo siguiente:

“Para un niño con alta capacidad, el conocimiento es como su alimento principal, casi como el oxígeno, pero cuando ese conocimiento es dado, o es impartido en un contexto que le resulta aversivo, por rígido, por poco estimulante, por poco desafiante, repetitivo, entonces ellos empiezan a sentir rechazo. La mayoría de los padres, cuando vienen a consulta, no vienen porque crean que sus hijos tengan altas capacidades, sino porque los hijos han empezado a mostrar un rechazo visceral al colegio. No quieren ir. Hay niños que se agarran a los marcos de las puertas gritando 'no me lleves'. Y no es porque no quieran saber, si quieren saber todo el tiempo. Tienen voracidad intelectual. Es porque el contexto le resulta tan aversivo, tan agresivo muchas veces tan frustrante, que llega un momento que no lo pueden manejar.

Incluso, aquellos niños que dan señales en aula de tener altas capacidades resultan alumnos molestos, alumnos que interrumpen, alumnos que desafían, alumnos que cuestionan, alumnos que señalan, alumnos que quieren hacer las cosas de una manera diferente.

Lo más importante es que no conocen el factor emocional. Es decir, que no conocen la columna vertebral de un niño con altas capacidades, que es la intensidad emocional, las hipersensibilidades. No entienden las reacciones en aula, por ejemplo, que puede llegar a tener un niño. No entienden que un niño puede llegar a tener una explosión porque se colapsó a fuerza de aguantar todo el día y entonces se le cae un lápiz al suelo y ese niño explota. El profesor no entiende nada y no entiende porque no sabe.”

Esta desatención a las AACC, y el consecuente perjuicio que significa en una gran cantidad de niños y niñas, es una gran deuda que las escuelas aún tienen con millones de estudiantes de todo el mundo. Mientras tanto, se siguen sufriendo silenciosamente la desatención en las aulas, como una vela que se apaga lentamente.